jueves, 10 de diciembre de 2009

CAPÍTULO 2.

BAR DE CARRETERA.
Aquel pequeño bar gasolinera de las afueras era un lugar tranquilo, o al menos lo fue hasta aquel día.

Las puertas automáticas se abrieron con un ruido a aire presurizado mientras aquella figura se internaba en el oscuro bar. AL ponía en su camiseta roja a cuadros negros, era difícil de leer pues dichas letras estaban bordadas sobre los orondos y saltarines pechos del visitante. El pelo enredado y grasiento, sobresaliendo de manera desigual de debajo de una gorra de los Rockets. Los pantalones le apretaban las nalgas del culo dibujando una "Y" en el encuentro de las mismas que la destartalada camisa -en algunos tramos puesta por debajo del pantalón, en otros por fuera- mostraba y ocultaba con total impunidad. Desde un bolsillo de los mismos colgaba un llavero con forma de sirena desnuda. Tanto su ropa, como sus altas botas de vaquero, como su rostro y sus brazos estaban sucios y grasientos.

Era rubia y tenía ojos azules.

Se quedó de pié, en la entrada de aquel bar solo iluminado por la luz que se colaba por la puerta situada a la espalda de la curvilínea a la vez que atlética silueta. La puerta se cerraba tras ella y se volvía a abrir al detectarla, una y otra vez. Donde debían haber mesas y sillas solo se veía el parqué de madera con charcos de bebida resecos, la barra estaba desatendida.

La mujer se internó dubitativa, como si su cerebro no comprendiese la situación. Quizá era porque realmente no la entendía.

Se internó en la oscuridad pero esta se desvaneció a intervalos, mostrando que en el fondo del bar se habían amontonado todas las sillas y mesas tras las cuales se habían atrincherado los habituales del bar que parecían apuntarle. Cuando el suelo bajo sus piés y la puerta metálica tras de sí empezaron a volar en pedazos asoció las armas, las luces esporádicas que iluminaban el bar y los agujeros que se creaban bajos sus pies. Le estaban disparando.

Saltó tras la barra con una agilidad felina y allí se hizo un ovillo mientras todas las bebidas del mostrador y el propio mostrador caían sobre ellas empapándola de vidrios rotos y de cientos de alcoholes diferentes.

Desde detrás de la barricada se levantó un viejo vestido de mecánico, era casi calvo, con más entradas que un partido de beisbol y con menos dientes que un bebe de teta. Era feo de cojones.
Maldita rubia tetuda, no vamos a dejar que nos violes.
Al lado de este se levantó un tipo bajito y barrigudo, llevaba unas gafas de pasta enormes, apenas tenía pelo pero se había hecho una coleta con el pelo de la nuca. Vestía también con camisa a cuadros y tejanos, sin duda era camionero. Si el viejo era difícil de ver, el careto de este era todo una orgía de fealdad.
¡¡Nunca dejaremos que refriegues tus inmensos pechos en nuestra cara y nos hagas guarradas!!

Ese fue el momento en que a Alicia se le hincharon unas pelotas que ni tenía ni nunca había tenido, su mano casi por instinto se metió debajo del mostrador donde sabía que el amo del bar guardaba su escopeta de cazar mamuts, tal y como él mismo la llamaba.

El primer disparo evaporó una mesa de ocho comensales, levantó siete tablas del suelo e hizo tambalearse todo el bar. También lanzó a Al hacia atrás enviándola a la otra parte de la barra.

Ahora además de follarnos quiere matarnos le dijo el viejo mecánico al camionero totalmente sorprendido.
Su maldad no tiene fin, dictaminó este mientras le temblaba el revólver en la mano.

Desde el final de la barra, casi en la otra parte del bar y no demasiado lejos de la puerta.
Pero seréis mamones. Vosotros sois los que queréis matarme a mí. Varios disparos impactaron en la barra recalcando estas palabras.

No intentes hacernos dudar, GRITÓ el mecánico con un deje de duda en la voz. Eres rubia, como las que llegaron esta mañana y se llevaron a unos cuantos, que a la vez se volvieron rubias y macizas. Y que volvieron y se llevaron a otros que ahora seguramente también serán rubias, tontas y a saber que más. Nadie nos creyó porque solo nosotros estábamos desde la mañana. Todos... er todas, se fueron.

Al se levantó furibunda, saltó encima de la barra y con su mirada paralizó a ambos hombres que no pudieron ni disparar, como si los hubiera convertido en estatuas de sal. Saltó por encima de la barricada y los infló a hostias hasta que los anillos se le cayeron de los dedos hechos polvo.

George, Lucke, pe-da-zo de tro-zos de mieeer-da no sé qué coño habéis fumado, pero incluso si toda esa mierda fuera verdad...Soy tan rubia como las últimas mil veces que habeis visto ¡¡ME CONOCEIS DESDE HACE CINCO AÑOS!! Y manda huevos que me llameis tonta, sabeis demasiado bien que en mi cabina tengo colgada mi Licenciatura de Física Cuántica, asi queun coro de risas estúpidas se internó en el bar y hizo que Al se callara y se girara lentamente.
En los aterrados ojos de los dos idiotas se reflejaba una legión de rubias despampanates internándose en aquel demacrado bar.

2 comentarios:

ALDERAN dijo...

Vale, me autoproclamo fan nº1 de Alicia. Solo por esa entrada espectacular ya se merece todas mis alabanzas, pero las ostias y la frase del final ya me han acabado de convencer xDDDD.

-Me siguen encantando tus descripciones. El parrafo en que la describes es una pasada, y lo de "Era rubia y tenía ojos azules" es una bendición, porque la primera imagen que me venía a la mente era menos agradable xDDDD.

-Solo tengo un "pero" xD, que más bien es una duda. Al principio del capítulo da la impresión que Al no es muy lista, es más, que es como una de las "Blondis", ¿esto está hecho aposta? imagino que si, pero es que me ha chocado lo de los primeros momentos de incertidumbre, en que parece que no es muy lista, con esa frase del final: "...tengo una licenciatura en Física Cuántica...", que demuestra que, desde luego, de tonta no tiene un pelo, además de lo de parapetarse tras la barra y coger la "escopeta de cazar mamuts".

Que de todas formas me ha encantado, y ya nos has dejado con la miel en los labios, punyetero xDDDD. Ya hay ganas de leer la continuación.

Vixvapurus dijo...

Si bueno, está hecho aposta.
Además piensa que este viernes entras al bola y todo esta oscuro, no hay rastros de moviliario ni de personas... seguramente te invadiría la duda y la incertidumbre.

Y luego sigguiendo el mismo ejemplo, los fogonazos creo que tardaríamos unos segundos a asociarlos con disparos, es lo que creo que le debe pasar a la gente normal que nunca han disparado xD

Y si, mi idea inicial es que pareciese un camionero chunto, asi que he ido jugando con cosas que pudieran tener en común xDD

Sobre la última frase le he cambiado unas seis veces xD pero creo que tal como está ahora es la definitiva... y no Alicia no tiene nada de tonta x_D