martes, 16 de marzo de 2010

CAPÍTULO 17.

TERREMOTOS.
Li despertó en una cama extraña acostada con un extraño... otra vez.
Maldito vozka. dijo mientras se frotaba los ojos para hechar un vistazo, al menos esperaba que el tipo fuera guapo.
Retiró las mantas y el corazón le dió un vuelco. El tio iba disfrazado de policía.
Se miró a si misma y vió que iba vestida con su conjuto de pantaloncito y camiseta corta blancos. Se frotó la cabeza, no le dolía.
Su corazón consiguió bombearle las primeras gotas de sangre a su cerebro y con ellas los primeros recuerdos. Entre ellos no estaban la pequeña habitación en la que se encontraba, iluminada solo por una línea de luz procedente del hueco entre dos largas cortinas.
Cuando sus finos ojos se adaptaron a la penumbra observó a aquel joven policía hispano y se mordio el labio inferior. Era realmente guapo. Moreno de piel ligeramente tostada, facciones aniñadas que dejaban entreveer el hombre en el que iba a convertirse. Li no pudo reprimir la tentación de seguir con la yema de sus dedos el contorno de su fina mandíbula,luego el de sus labios.
La tierra empezó a temblar y la pequeña habitación se sacudió como golpeada por un huracán. El joven policía abrió los ojos cuando Li le cayó encima tras la sacudida.
Esto dijo el joven timidamente, habiendo despertado en un zulo con aquella chica sobre el ¿podrías sacar tu dedo de mi nariz?
Li estaba roja como un tomate y no solo por el desliz de su dedo; la ebilla de su pantalón se había enganchado con la del cinturón del policía, intentó forcejear para soltarse y solo consiguió que se enganchara más.
La tierra volvió a temblar violentamenta y Li -subída encima del policía mientras la habitación daba violentos bandazos- sacudida por los temblores parecía una amazona indómita montando sobre un caballo salvaje al que intentara domar con sus caderas. En ese momento alguien apartó las cortinas, y la luz que se filtró los iluminó a ambos.
Zorra no te preocupes estos dos están montandoselo, yo creo que me apunto tamb una gorra con la bandera confederada se estampó contra la cara de Leroy antes de que acabara la frase.
No me llames zorra joder. Y deja a los crios dijo una voz femenina, enérgica y a la vez firme. Era una voz por la que matarías, una voz por la que morirías.
Si cualquier otra persona les hubiera llamado crios se hubiera ganado una lluvia interminable de insultos por parte de Li y ser empapelado por el policía. Pero dicho por aquella voz todo estaba bien. Ambos se levantaron de la cama, la vergüenza y el desconcierto habían dado paso a la curiosidad. Querían ponerle rostro a aquella voz.

Tras la cortina les esperaba la cabina de un trailer, sentada frente al enorme volante había una de aquellas exhuberantes rubias que les dejó sin aliento, expectantes ante un posible ataque de aquel ser. Ella les miró a través del retrovisor mientras se encasquetaba la gorra.
Vale lo haré yo. Dijo suspirando Al y con un tono de infinita paciencia. Me llamo A.L. que se pronuncia "A","Ele", si me llamais Al podeis morir. Os toca.
Ninguno de los dos parecía entender porque aquella rubia no les atacaba como las demás. En esta ocasión fué el gigantesco preso negro -sentado en el asiento triple de copiloto- quién habló. Yo me llamó Leroy. dijo lentamente, como si intentara comunicarse con un indio. ¿Y vosotros?
La intervención de este pareció romper la burbuja de ambos, que respondieron a la vez de manera que no se entendió nada. Ambos dejaron un momento para que el otro respondiera de manera que a los veinte segundos -creyendo que el otro les cedía la palbra- los dos volvieron a contestar a la vez.
Poli tu primero. dijo la conductora y el respondió de inmediato. Le-Leon García.
Luego habló ella. Li Lee.

Una sonrisa se formó en el rostro de Aele. Vale ya avanzamos, ahora solo nos falta saber su nombre. dijo señalando al capó del motor del camión sobre el que había un hombre con una peluca a lo afro saltando desnudo.
El camión volvió a temblar cuando se internó en una calle llena de rubias, parecía una manifestación de actrices porno. Bueno, lo parecía antes de que las 16 ruedas del trailer de Aele les pasaran por encima mientras Loco Jackson les gritaba incitandolas a subir y tener un genuino combate de karate con el.
Los cuatro cuerdos de dentro de la cabina negaron a la vez con la cabeza dándolo por perdido.

El enorme vehículo siguió internandose en la ciudad, esquivando los vehículos cruzados que eran muchos menos de los que se esperaban. Fue Leon quien preguntó lo que todos salvo quizás Loco Jack querían saber. ¿Se puede saber adonde vamos?
Aele los miró por el rabillo del ojo. Yo voy a las afueras, tengo que entregar mi cargamento... y me pasaré por un centro comercial donde seguro que hay tinte para el pelo.
Li se la quedó mirando. ¿Y nosotros? Yo quisiela vel si mi madle y mis helmanas están bien. dijo la asiática a quién Leroy le tomó el relevo Y yo quisiera visitar a mi zorra y a mi cachorro.
El policía se puso de pié de manera enérgica e hizo temblar el techo del cabezazo que se dió así que sus palabras -bañadas en lágrimas- no sonaron tan convincentes como hubiese querido. De eso nada, nos vamos todos a los juzgados. Este trailer queda confiscado por la policía,
El camión derrapó tras la frenada, apunto estuvo de caer Loco Jack de arriba del capó, peor suerte tuvieron los tres copilotos de la cabina que estrellaron sus cabezas contra el cristal para luego caer al suelo en un amasijo de carne. Aele cogió de la solapa al policía novato y lo elevó hasta la altura de sus tetas para lanzarle una mirada que le dejó los huevos del tamaño de amebas. Si no fuera por mi estarías ahí fuera riendo como una estúpida y luciendo dos de estas dijo indicandole sus pechos que descansaban bajo una camiseta a rallas. Te he dejado reponerte en mi cama, y aún así ¿me faltas al respeto intentando robarme el camión con esa placa?.
El silencio reinó durante unos interminables segundos durante los cuales el cerebro de Leon parecía trabajar a toda máquina. Abrió varias veces la boca sin decir nada y al final se decidió a hablar bajo la atenta mirada de los demás. ¿Me llevas al juzgado, por favor?. dijo mirando fijamente a Al y viendose reflejado en sus increibles ojos azules.
Has dicho las palabras mágicas chaval. dijo con una sonrisa ella mientras volvía a poner en marcha el camión.

2 comentarios:

Rohane dijo...

ale, ya he vuelto a ponerme al día XD.
Me encantan los personajes Jotxe, Loco Jack se lleva la palma.."un tío saltando desnudo en el capó" XDD.
Te lo estás currando mil Jotxe. Muy bueno, queremos más!!queremos más!!

Vixvapurus dijo...

Vaya me alegro mucho, ya te daba por perdida (aunque no dijera nada claro xD)
Me alegro de que lo hayas leido y teguste. Muchas gracias por leerlo y por el comment.